La Casa Rivas Mercado abrió sus puertas en mayo de 2017. Se trata de un emblemático inmueble de gran valor arquitectónico e histórico por ser un ejemplo representativo de la arquitectura ecléctica del siglo XIX.
La residencia fue diseñada y construida por el arquitecto Antonio Rivas Mercado en la colonia Guerrero, uno de los barrios más antiguos y emblemáticos de la Ciudad de México. La construcción comenzó en 1893 y duró cuatro años. Recién casados, el matrimonio Rivas Mercado se instaló en la residencia hacia 1898. Frecuentemente la casona era concurrida por intelectuales, arquitectos, pintores, escultores, escritores mexicanos y extranjeros que acudían a las comidas familiares.
Al fallecer el arquitecto, en 1927, su hija Alicia heredó la casa y la habitó con su madre. En 1936 la donó a la Iglesia y más tarde se convertiría en colegio. Durante sesenta años perteneció a otra familia y por veinte años estuvo abandonada.
El recinto consta de sótano, dos niveles y una galería abierta al frente que permite el acceso a la residencia por el centro. Sus elegantes fachadas son de cantera y está edificada a base de gruesos muros de tabique de barro, con entrepisos entablados con viguería de madera y techos de lámina.
Al interior, en la planta baja, se observa la distribución de diversos espacios: recibidor, estancia, salón morisco, las recámaras del arquitecto y de su esposa Cristina Matilde, además de una habitación contigua para los bebés recién nacidos. En el mismo piso se ubica la biblioteca, dos comedores -uno interno, otro externo-, y distintas alcobas para la familia.
En la planta alta se ubica el despacho del arquitecto Rivas Mercado y el taller donde trabajó al lado de dibujantes en diversos proyectos; es ahí donde crearía la obra más importante y de gran trascendencia en su trayectoria profesional: la columna del Ángel de la Independencia.
El arquitecto seleccionó para su residencia materiales extranjeros y nacionales, entre los que se distinguen diversos tipos de cantera, principalmente verde y rosa. Sobresale la madera de encino americano en las escaleras y en los techos. Los frisos exteriores son de fabricación francesa.
La Casa Rivas Mercado destaca por la riqueza de su decoración compuesta de elementos clásicos como las columnas de orden dórico de la galería abierta al frente, las balaustradas renacentistas de las terrazas y el frontón que corona el acceso principal.
Hay elementos de inspiración prehispánica en las pilastras de la terraza, decoración morisca en losetas, cerámicas en frisos de las fachadas, componentes victorianos en puertas y ventanas, y piezas decorativas características del art nouveau. Sobresalen los espléndidos mosaicos encáusticos de manufactura inglesa, que suman aproximadamente 50 mil piezas, con 90 diseños distintos.
En el 2017 la casa, restaurada gracias a la Fundación Conmemoraciones 2010, A.C., abre sus puertas para convertirse en un centro cultural.